Solo piense en dos niños, pensando que están en el lugar correcto, cómodos en su vida diaria. Nada que rompa sus planes para el futuro. Y de repente chocan con ese otro, que es tan diferente y tan alejado de lo que conocen que hace volar su mundo. Pero ahora alguien los está mirando. Verlos por primera vez. Y están tan conmovidos y abrumados por ese sentimiento que están dispuestos a renunciar a todo lo demás y escapar, se dan cuenta ahora, de lo que era una prisión.